Salvando amigos de 4 patas
En este lugar (ver foto anexa), hace algunos años funcionaba una escuela primaria, esta queda ubicada en el barrio Bilbao de la Localidad de Suba en Bogotá. La escuela dejó de funcionar porque ahora todos empezarían a tomar clases en el Colegio Distrital Delia Zapata Olivella, ubicado en el mismo sector. Durante mucho tiempo este lugar estuvo deshabitado, y era refugio para vendedores de droga e indigentes. Hasta que un día, varios estudiantes del Colegio Delia, junto con algunos profesores del mismo, se unieron para crear el proyecto ‘Amigos de 4 patas’ una iniciativa que nació de la bondad y la necesidad de ayudar a un perrito llamado Bebé, un criollo que sufría una enfermedad en sus huesos que limitaba su caminar, y lo obligaba a arrastrarse en sus patas delanteras, este grupo le brindó ayuda y atención veterinaria, bebé murió 4 años después pero fueron los mejores años de su vida, puesto que recibió atención, alimento y un lugar donde estar tranquilo. Así poco a poco fueron acogiendo a más y más animales callejeros, perros, gatos, hasta un conejo y un burro, que en su vida no conocían más si no el maltrato y la crudeza de vivir en la calle.
Lastimosamente, el refugio queda en un lugar totalmente residencial, rodeado por lado y lado de casas y apartamentos, el día 23 de mayo del presente año, se vivió un acalorado enfrentamiento entre algunas vecinas del sector y un grupo de estudiantes, según las mujeres afectadas, uno de los perros que cada día los niños sacan a pasear, atacó e intentó morder a un motociclista que iba pasando, haciéndolo tambalear y por poco estrellarse contra un poste. La policía intervino puesto que las mujeres se encontraban gritando a los niños y maltratando a los animales tirándoles piedras y demás. Ellas insistían en que estaban aburridas del ruido constante que hacían los animales en la noche y que si no buscaban una mejor ubicación no descansarían hasta que en propias palabras de una de las afectadas “soltemos a todos esos chandosos y que se rebusquen en la calle”.
Las implicaciones que tiene el liberar a más de 200 callejeros, son gravísimas, como dice el dicho resulta peor el remedio que la enfermedad, así que las directivas del colegio y los estudiantes pertenecientes al programa están en busca de conseguir un mejor lugar para los refugiados, y así no afecte a más personas este hecho, es una labor difícil, pero el amor por la protección de la vida animal los motiva a no rendirse y seguir luchando.

Para los pobladores del sector del Barrio Bilbao de Suba será mejor que este local este solo y sea albergue de indefensos y desamparados animales de la calle para convertirse nuevamente en alojamiento de viciosos y mañosos habitantes de la calle.
ResponderEliminarEstás en lo cierto Efraín, muchas veces la gente está tan sumida en el estrés del día a día que los molesta más el ruido de unos perros, que la inseguridad y la posiblidad de tener al lado una "olla".
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